CONTINUAMOS CON LOS CUENTOS INSPIRADOS EN AUGUSTO MONTERROSO
Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí.
Era enorme, verde como el césped,grande como un edificio.
La gente huía aterrorizada y sin control.El dinosaurio parecía tener buen carácter, pero la gente salía corriendo.
Yo me acerqué silenciosamente y,con cautela, observé que tenía un rasguño y le hacía daño.
Yo quería ayudarle, pero se marchó y no volvió. Pero después...
Rafael Bueno Alcazar 6º curso