jueves, 19 de febrero de 2015

CONTINUAMOS CON LOS CUENTOS INSPIRADOS EN AUGUSTO MONTERROSO

Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí.
Era enorme, verde como el césped,grande como un edificio.
La gente huía aterrorizada y sin control.El dinosaurio parecía tener buen carácter, pero la gente salía corriendo.
Yo me acerqué silenciosamente y,con cautela, observé que tenía un rasguño y le hacía daño.
Yo quería ayudarle, pero se marchó y no volvió. Pero después...
Rafael Bueno Alcazar 6º curso